Los niños son especialmente vulnerables a diversas enfermedades, y es fundamental que las madres estén atentas a los signos que puedan indicar un problema de salud más grave. En este post, exploraremos algunos de los indicadores clave que deben tener en cuenta para detectar el cáncer:
Bultos en el cuello: Si nota la presencia de bultos, especialmente si son persistentes o se acompañan de otros síntomas, como fiebre o pérdida de peso, es importante buscar atención médica.
Crecimiento abdominal anormal: Un aumento inesperado podría indicar posibles problemas médicos..
Anomalías en los ojos: Puntos amarillos o rojizos en la zona ocular podrían ser señales de patologías subyacentes.
Dolores en las piernas: Cuando los niños se quejan de dolores en las piernas que no están relacionados con el ejercicio físico habitual, es importante prestar atención.
Síndromes febriles intermitentes: Los episodios de fiebre que aparecen y desaparecen deben considerarse un motivo de consulta. Pueden ser indicios de enfermedades malignas o infecciosas que requieren una evaluación médica exhaustiva.
Palidez y somnolencia: Cualquier cambio significativo en el aspecto físico de los niños, como palidez o somnolencia inusual, merece atención.
Manchas moradas o puntos rojos en la piel: La aparición de morados o puntos rojos en la piel, sin haber experimentado traumas, puede ser motivo de preocupación.
Reconocer estos síntomas a tiempo es crucial para un diagnóstico oportuno y un tratamiento eficaz en caso de ser necesario.